domingo, 22 de diciembre de 2013

Reseña "Las ranas también se enamoran" de Megan Maxwell

Título: Las ranas también se enamoran
Autor: Megan Maxwell
Editorial: Versátil
Edad: +16
Género: Chic-lit
Páginas: 384
Precio: 15,90 euros

SINOPSIS


Marta Rodríguez es una joven y divertida madre soltera que conduce una Honda CBF 600. Trabaja en el taller de moda flamenca de Lola Herrera, donde hace un poco de todo. Tan pronto soluciona temas de banco como diseña y cose el mejor vestido de flamenca. La vida de Marta, y su entorno, da un giro de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez, un empresario inglés, serio a la par que sexy, se cruza en su camino. ¿Qué será Philip, una rana o un sapo más en el gran charco de la vida?

OPINIÓN
 
Mi primer acercamiento a esta autora (no, no había leído nada de ella, no me matéis) y bueno, no ha estado mal.
Me esperaba una historia, que, aunque no fuera muy profunda, fuera divertida, y eso me he encontrado.
El romance ha sido de las mejores cosas, ha tenido verdaderos puntazos. Y, aunque la base haya sido poco original, la autora a sabido crear situaciones que si que lo hacían así. Es decir, todo era bastante tópico: chica guapa de barrio conoce a hombre de negocios rico y guapo, al principio se llevan fatal y luego se conocen bien y se aman. Muy típico de comedia romántica. Pero luego la autora añade pequeños detalles, diálogos entre la parejita y situaciones subrrealistas (a la par que graciosas) que hace que merezca la pena seguir adelante con la historia. Los protagonistas a veces parecían niñatos de quince años y eso no me ha gustado, pero tienen carisma y se meten en situaciones realmente divertidas. Y bueno, los dos tortolitos mantienen una relación muy tierna en el fondo. Lo peor ha sido lo repetitivo que se volvía todo en ciertas partes de la historia, la broma de la rana se repetía una y otra vez y perdía sentido, los protagonistas se vuelven realmente insoportables negando lo que sienten el uno por el otro trescientas veces a lo largo de la novela, y cuando por fin daban un paso adelante, volvían tres atrás. Y la importancia que se le da al sexo es una pesadilla, probablemente lo peor de la novela, parecía que era sólo eso: erotismo.
La relación que tiene Marta (la prota) con su hija, Valeria, también me ha gustado. Es una buena subtrama que sirve para desconectar de tanto romanticismo cuando te empachas. Aunque al cabo de un rato esto también te parece repetitivo. Valeria se comporta cómo una niñata malcriada, Marta se enfada y la castiga, le perdona al cabo de un rato y vuelta a empezar.
Creo que la autora ha querido alargar toda la trama y subtramas de la historia demasiado, repitiendo constantemente las escenas con pequeñas variaciones. Mientras estaba leyendo tenía la constante sensación de que había ocurrido lo mismo pocos capítulos atrás. Unas cuantas páginas se podría haber ahorrado, la verdad.
Sobre la forma de narrar de Maxwell, bueno, ni fú ni fá. Todo hubiera sido un poco mejor si no se hubiera exagerado tantísimo el acento andaluz de los protagonistas. Tan poco nos pasamos la vida diciendo miarma ni comiéndonos las letras cómo si fueran galletas.
La portada me encanta, tengo debilidad por el color rojo fuerte*-*
En resumen, es una novela rápida y fresca, que engancha y se lee en un suspiro. Lo que ocurre suele ser divertido y te sacará un par de sonrisas, pero nada más. No es profunda, y más bien enseña nada poco. Sirve para pasar un buen rato.

Lo mejor: Lo divertida que puede ser la relación de amorío de los protas.
Lo peor: La importancia que se le da al sexo en esta novela. Se supone que es romántica, no erótica. Y bueno, lo repetitivo que se vuelve el libro en muchos puntos: las misma situaciones, palabras, expresiones, amoríos y peleas...
Te gustará si te gustan... las historias rápidas y amenas. Historias de amor estilo Blue Jeans pero con fuertes escenas sexuales que para mí están injustificadas al estilo de la novela Sangre de Clara Peñalver.

PUNTUACIÓN
7/10 

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