viernes, 9 de mayo de 2014

Reseña "La ladrona de libros" de Markus Zusak

Título: La ladrona de libros
Autor: Markus Zusak
Editorial: Lumen (También publicada por Debolsillo, la portada de al lado pertenece a esa edición)
Páginas: 544
Precio: 21,90 euros edición Lumen, 9.95 euros edición Debolsillo
Género: Histórico
ISBN: 9788426416216







SINOPSIS

Una novela preciosa, tremendamente humana y emocionante, que describe las peripecias de una niña alemana de nueve años desde que es dada en adopción por su madre hasta el final de la II Guerra Mundial. Su nueva familia, gente sencilla y nada afecta al nazismo, le enseña a leer y, a través de los libros, Rudy logra distraerse durante los bombardeos y combatir la tristeza. Pero es el libro que ella misma está escribiendo el que finalmente le salvará la vida


OPINIÓN

Este libro. Este. Culpable de que yo hoy esté escribiendo esta reseña que no sé cómo afrontar.
Mi fascinación hacia los libros ambientados en la II Guerra Mundial, esa prueba de la crueldad humana tan ilimitada, fue la primera que dijo "Mío" cuando vio este libro en todas las estanterías de "los más vendidos" de las librerías. El resto lo hicieron las reseñas tan positivas y la publicación en bolsillo de la obra. La edición de Lumen será todo lo bonita que quieras, pero es muy cara y tampoco me parece nada del otro mundo.
A lo que iba, ¿El resultado de la lectura de La ladrona de libros? ¿Que qué me ha aportado? Uno de los finales que más pena me ha dado en mi vida lectora, solo comparable al de otros libros de este tema o de temas también lacrimógenos, como Bajo la misma estrella. Que final, Dios. Acabo de decir que tiene una conclusión comparable al la de Bajo la misma estrella. Si me conocéis mínimamente sabéis que esta es una obra de culto para mí, así que imaginaros lo que me ha parecido este libro.
Pero acabo de empezar la reseña y ya estoy hablando del final (No es para menos...), así que me aclararé y voy por partes.
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Perdonad este corto espacio temporal perdido entre las líneas en blanco tras el párrafo de arriba, ha sido un momento de automeditación en el que me he ido a comer para aclararme, porque como ya he dicho, no sé bien cómo afrontar la reseña y yo las cosas las afronto con comida.
De acuerdo ¿Qué puedo decir de este libro? La narración, empecemos por ahí.
Lo lógico en cualquier novela hubiera sido darle la voz narradora a la protagonista, que es quien mejor nos sabrá contar los acontecimientos con detalles y nos llevará a su punto de vista. O, a falta de eso, colocamos una narración en tercera persona con un narrador impersonal. Eso sería en cualquier novela normal. Pero esta no es una más. Y por eso esta novela esta narrada por... la muerte. Es algo que me ha encantado, resulta muy original y la forma que presentan a la muerte lo hace más original aún. Ella misma se presenta así:


Sinceramente, me esfuerzo por tratar el tema con tranquilidad, pero a casi todo el mundo le cuesta creerme, por más que yo proteste. Por favor, confía en mí. De verdad, puedo ser alegre. Amable, agradable, afable... Y eso sólo son las palabras que empiezan por "a". Pero no me pidas que sea simpática, la simpatía no va conmigo.
Curioso, ¿verdad? Nos presentan a una narradora que no es la protagonista, una narradora que todos conocemos sin embargo, y nos rompen los esquemas sobre ella. Casi se puede considerar un personaje más en la historia, pues aunque sea ella quien nos la narre, entra mucho en detalles personales sobre lo que siente cada vez que debe de "llevarse" a alguien, nos cuenta cosas sobre su trabajo e interactúa con los demás personajes. Yo he simpatizado mucho con ella. Recuerdo que hasta llega a llorar al tener que llevarse a alguien realmente tierno e importante en la novela.
Primero está la narradora, que me ha encantado, y luego está la forma de narrar, que también lo ha hecho.
Directa pero preciosa. Casi cada frase leída merece la pena ser puesta en la sección de Qué nos dicen los libros. La mejor forma de que lo veáis, ya que yo no soy capaz de definir bien la forma tan peculiar que ha tenido Markus Zusak de escribir esta obra, es mostraros un par de retazos de ella:

Por supuesto, una introducción
Un comienzo.
¿Qué habrá sido de mis modales?
Podría presentarme como es debido pero, la verdad, no es necesario. Pronto me conocerás bien, todo depende de una compleja combinación de variables. Por ahora baste con decir que, tarde o temprano, apareceré ante ti con la mayor cordialidad. Tomaré tu alama en mis manos, un color se posará sobre mi hombro y te llevaré conmigo con suma delicadeza.

Sí, era blanco.
Daba la impresión de que todo el planeta se había vestido de nieve, que se hubiera puesto como tú te pones un jersey. Las pisadas junto a las vías del tren se hundían hasta la rodilla. Los árboles estaban cubiertos con mantos de hielo.
Como debes imaginar, alguien había muerto.
Preciosas ¿verdad?
Lo último que tengo que decir sobre la narración es la forma tan curiosa que tiene de adelantar las cosas, de auto-spoilearse, por decirlo de alguna manera. De hecho, conforme aparecen personajes muchas veces la muerte nos adelanta que morirán y hasta nos dirá más o menos cuando, con la excusa de que a ella no le gusta la intriga y que, sinceramente, todos sabemos lo que va a pasar. Más o menos nos va dando grandes pistas de lo que pasará al final dela novelo casi desde el principio, haciéndose cada vez más grandes, sin embargo, esto no hace ni mucho menos que el final sea menos desgarrador. Me ha parecido perfecto.

Ahora pasemos a la historia. Para escribir una trama ocurrida en la Alemania nazi hay que estar bien informado, y el autor parece haberse informado bien, pero no nos sobrecarga de información sobre Historia ni nada de eso, y las cosas más nuevas sobre política o las palabras en alemán son explicadas normalmente en una de esas "notas de la narradora" que nos regala la muerte. Tampoco se excede en este tema, pues todo se centra en la vida de Liesel, nuestra protagonista, que tras la muerte de su hermano pequeño su madre le da en adopción a un matrimonio integrado por el cariñoso Han Huberman y la malhablada y brusca, pero también adorable a su manera, Rosa Huberman. La verdad es que la mitad de la novela no es dura ni mucho menos, sobre todo porque esta novela no es protagonizada por una familia de judíos que huyen de la dictadura de Hitler, como es normal en este género, sino de una familia normal que vive su tiempo, y, que, a pesar de estar en contra de la opresión religiosa de la época y de la crueldad con la que trataban y exterminaban judíos, no eran perseguidos, pues no proclaman su rechazo a los cuatro vientos como es lógico, por lo tanto no corrían peligro. Durante parte de la novela me veía siendo uno de esos bicho raro a los que, aunque le ha gustado, no le ha enamorado tantísimo la historia de La ladrona de libros como a todo el mundo. Pero claro, entonces aparece Han Huberman, el padre de familia, con Max, un judío conocido que pide ayuda, que pide un refugio, bajo el brazo. Y empiezan los bombardeos de la guerra. Y la ladrona de libros se hace más activa. Y la historia empieza a coger velocidad y un ritmo bueno. Vemos a la familia de Liesel y a la propia Liesel haciendo lo imposible por ayudar y esconder a Max, que sólo puede agradecérselo de todas las maneras posibles. Y, sobre todo, vemos a Liesel y Max formar una unión y una amistad que va más allá de la edad y de la diferencia racial, una amistad que toma impulso gracias a los libros robados -y los que no son robados- de Liesel, que le lee cada noche un poco a Max en el sótano.
Una historia que pasa por distintas fases, que sufre de algunos saltos temporales para que conozcamos mejor a los personajes, una historia que te conmueve y te llena. Y lo mejor, una historia que le da importancia a los libros, a las palabras, que te enseña a valorar estas maravillas en papel como se merecen, una historia que te dice que sí, que los libros salvan vidas. Literalmente.


Sobre los personajes... hay muchos, pero solo voy a mencionar a dos: nuestra protagonista y mi secundario favorito: Rudy.
Liesel me ha gustado en especial por una cosa que ya he visto mencionada en otras reseñas: tiene una fuerte personalidad que no cambia, sigue siendo gamberra y divertida y sigue robando libros sin que le importe lo que ocurra alrededor. Ciertamente, los sucesos más agrios producen en ellas pequeños cambios, pero no es una típica protagonista que se ha visto obligada a madurar antes de tiempo por circunstancias de la vida, ella sigue siendo ella: ladrona, obstinada, buena y rebelde. Pero quizá, y esto si que me ha chirriado un poco, aunque me gusta que lo que le haya ocurrido no le haya hecho madurar demasiado para su edad, si que esperaba, ya que en la novela la conocemos desde su tierna infancia, los nueve años, hasta su ecuador adolescente, los catorce, que madure con la edad. Y lo ha hecho, pero quizá se ha quedado un poco atrás. Lo veo en sus diálogos con Rudy, su amigo, y en lo poco meditada que puede llegar a ser antes de abrir la boca. Algo que es entendible al principio del libro, pero conforme la chica va creciendo este problema debería disminuir.
Y Rudy... ah, Rudy. El saukerl de Liesel. Es un personaje que me ha encantado por la personalidad tan suya que tiene. Está coladito por Liesel y no se molesta en esconderlo, de hecho no pierde nunca la mínima oportunidad para pedirle un beso, que nunca consigue. Aunque sea un pillín y el compañero de robos y discusiones de la protagonista, es todo un trozo de pan que sueña con convertirse en un Jesse Owens, un corredor afroamericano que en los Juegos Olímpicos de 1936 consiguió cuatro medallas de oro en atletismo. Realmente me ha parecido un personaje genial que influye mucho en la historia, ya que si no fuera por su ayuda, no sé cómo Liesel hubiera podido integrarse bien en su nueva vida tras mudarse a casa de los Huberman. Es él quien juega al fútbol con ella, le anima a seguir robando y le ayuda cuando tiene un problema. Entrañable.

Sobre la edición del libro no tengo nada más que decir que es una maravilla interiormente, muy cuidada.

Lo mejor: el final desgarrador.
Lo peor: me ha resultado extraño que la protagonista, a pesar de que la vemos crecer en edad, no madure demasiado. Obviamente no es la misma desde el principio de la historia hasta el final, pero esperaba un cambio más notable en ella.
Te gustará si te gsutó...: Encerrados en la casa de atrás de Sharon Dogar y El niño con el pijama de rayas de John Boyne.

PUNTUACIÓN
9/10

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